Una gran cadena minorista global con más de 500 tiendas en Brasil buscaba proporcionar una forma ágil de ofrecer crédito a sus clientes afiliados a su programa de fidelización. La propuesta era crear una interfaz para el programa de fidelización de clientes utilizando una aplicación que se completara en las tiendas, para que luego los clientes puedan recibir su tarjeta de crédito en su casa.
El problema con este concepto es que el cliente deja la tienda sin la tarjeta en la mano y recién recibe la tarjeta varios días después de visitar la tienda, existiendo así la posibilidad de que la tarjeta sea olvidada y nunca sea utilizada. También existen otros tipos de problemas asociados con la distribución de tarjetas después de que el cliente ha salido de la tienda o incluso que esta se pierda en el proceso de entrega.